La verdad es que después de vivir (sufrir) lo que es preparar un matrimonio por más sencillo que sea y créanme que no exagero, mi matrimonio fue de blue jeans!, vivir la vida ya con otro de planta, pues es el paraíso … si es verdad lo acepto, es un sentimiento de confianza, tranquilidad y paz rico, pero yo la verdad no se si es por haber sido hija única, haber vivido sola 8 años o que mi marido, a pesar de tener tres hermanos sea más hijo único que yo, pero el tema de aprender a convivir es duro …. Todos dirán: ¡pues claro el matrimonio es duro!, pero yo no me refiero a eso, también pueden pensar: ¡Esta es de esas que si no le estripan la barra de crema de dientes donde es, se emputa! Y tampoco es así, la verdad dadas mis condiciones de hija única y solterona, como que no tengo compulsiones descubiertas ni por mi recién marido (novio de 4 años) ni por mí.
A lo que me refiero es que uno tiene que vivir su vida, como siempre, independiente, pero contando con otro. Por ejemplo usted ya tiene que consultar: ¿a qué horas sales tu? o ¿qué vas a hacer? Por la mañana, a medio día y por la tarde, para saber quien tiene el carro, yo sé es una bobada! Pero son todas las bobaditas que voy a mencionar las que me parecen algo difícil del matrimonio, nada para que se acabe, pero en medio del proceso de adaptación uno tiene que escribir estas cosas para no estrangular al otro mientras duerme!
Yo digamos que tengo algunas actividades extra trabajo, vendo cositas, clases de canto, participación en una fundación, taller de terapia, en fin … mi señor marido solo tiene una, que es una participación en una fundación y el tema es de una reunión al mes de dos horas, mientras yo tengo ocupadas pues varias horitas semanales, sin contar con que tengo amigas a las cuales quisiera ver sin el marido a bordo, gracias a Dios me toco uno prudente (esto quiere decir que cuando el hombre llega y yo estoy con visita en la sala, saluda, se sienta dos segundos y se va para el cuarto para dejarnos hablar, muy bien hecho!) porque si no me enloquezco, todavía me acuerdo de una amiga que cuando se caso y íbamos a la casa de ella el marido se apoderaba de la sala con vallenajarto a todo taco para animarnos la reunión.
Bueno retomando, el tema es este: yo me acuesto entre 10 y 11 p.m., hora muy prudente a mi juicio, muy temprano según mi marido. Yo a esa hora no me acuesto a ver televisión, ¡Me acuesto a dormir!, pues el hombre se acuesta encima del ropón, con la ropa del día todavía, a ver televisión mínimo por dos horas, en ese momento yo quedo empaquetada en las cobijas porque me meto en mi mitad de la cama, pero el esta acostado encima de la mitad de él haciendo presión para que yo quede comprimida entre la cobija y el colchón, y … bueno pues por ese lado … que más da!, pero entonces yo me estoy durmiendo y, o el se ríe con lo que ve, o la luz del televisor lo encandelilla a uno (yo no soy una viejita achacosa, pero créanme que esa vaina se ilumina mas en ciertos momentos!) o como es de suponer alguien grita en el tv, en fin, el tema es que uno si se duerme, pero la calidad del sueñito hasta las 12.30 que el hombre apaga motores no es del todo buena.
Sigue la noche y resulta que este hombre tiene tres almohadas para dormir, una normal y otras dos, más pequeñas, para cuñar el cuello cuando el esta recostado de lado. Este sistema en teoría funciona, pero en la práctica muy poco, resulta que las almohaditas se caen de la cama y el hombre que tiene una almohada sumamente baja, empieza dormido a buscar la mía para poder poner la cabeza. Yo sinceramente pienso que uno en la cama puede compartir mucha cosa, pero definitivamente la almohada no! Entonces ríanse la noche cuando el logra montar la cabeza en MI almohada, pero eso no es lo peor, al otro día le cuento y me dice que no, que yo soy muy exagera y como tiene la razón, porque es verdad, yo soy muy exagerada, mi cuento verídico queda en veremos … el sostiene que soy yo la que lo arrincono y, además, un día se levanto antes que yo para tomarme una foto desparramada en toda la cama y con eso he tenido para no poder hacer ningún reclamo. Lo más horrible es que yo muchísimas veces he tenido como conseguir la evidencia y me da pesar tomarle foto con flash porque lo despierto! grrr!
Bueno no todas las noches son malas, es mas, muchas son una delicia, pero llega la mañana, yo por supuesto me levanto dos horas antes que él, muy a las 6.00 a.m., entonces hago mi mejor esfuerzo por no despertarlo, pero hay temas muy difíciles, por ejemplo, uno esta medio dormido y necesita bullita como para despertarse, entonces yo lo que hago es prender el radio (ya me tocó bajarle considerablemente al volumen pues porque el macho está dormido) y a mi me encanta abrir la cortina y las ventanas de toda la casa, pero ya no se puede porque el hombre está dormido.
Cuando yo salgo de la ducha ya no tengo más que abrir la cortina para saber que me voy a poner, necesito ver y uno para ver necesita luz! El, pues, muy querido no dice ni mu, pero yo salgo del apartamento y todavía no se ha levantado. Tenemos horarios distintos, eso ya lo entendí.
Todos esos detallitos me parecen difíciles, pero lo que mas difícil me ha parecido de la convivencia es cuando tenemos que salir a la misma hora del apartamento. Mi señor esposo piensa que por nada del mundo me va a esperar ni cinco minutos, pero entonces el hombre cuando ve que yo me voy a empezar a vestir, ósea 15 minutos antes de estar lista, el se mete a bañar, de puerta cerrada, no cae en cuenta que ahí está mi cepillo de dientes, mi cepillo, las pinzas, el lavamanos, etc., pero entonces los 15 minutos se los gasta o afeitándose, o haciendo popi o no tengo ni idea que, en todo caso, cuando yo ya estoy lista el abre la llave para bañarse y la ducha del hombre dura 20 minutos, utilizados por mí en acumular furia porque es un desconsiderado! Obviamente cuando sale, me mira y me pregunta: estas ofuscada? Yo no soy capaz ni de contestarle del malgenio … entonces decido omitir la pregunta y cuando dejo de respirar como un toro le hablo.
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