lunes, 6 de diciembre de 2010

PLANES QUE POR MAS QUE UNO QUIERA PONERLES ACTITUD SIGUEN SIENDO MALUCOS


PLANES QUE POR MAS QUE UNO QUIERA PONERLES ACTITUD SIGUEN SIENDO MALUCOS

Yo estudie en colegio mixto, desde la adolescencia iba a paseos en los que los invitados se alicoraban hasta que el cuerpo no les daba más, como algunos tenían un hígado más resistente que otros, se quedaban hasta el otro día de fiesta, entonces nunca se apagaba la música y la prioridad era el gasto en trago y como cuando uno es estudiante el presupuesto es apretado, entonces la comida era muy muy poca. En esa época nada me importaba yo igual pasaba feliz!!! Me encantaban los paseos!!!
Al pasar los años el tema fue cambiando, ya el que llegaba hasta más tarde llegaba a las 4 a.m. y eso, siempre se apagaba la música porque hay gente durmiendo, la comida era deliciosa y abundante, ya era prioritario comer bien ante tomar mucho y yo cómodamente me fui adaptando a esta nueva modalidad de paseos, seguía pasando feliz y me seguían encantando los paseos!!!
Mi querido marido hace un tiempo tiene unos amigos un poco más jóvenes que nosotros pero pues tampoco tanto, de 27 a 29 años, nosotros estamos en los treinta y tantos. Estos personajes hacen con cierta regularidad paseos, pero paseos que para mí (viejita chocha) ya no son plan.
Yo al principio decía que si gustosa, me iba para el plan contenta, le ponía actitud pero les voy a contar el ultimo al que fui y decidí no volver, yo ya no estoy para esos trotes (viejita chocha). Como para que no piensen que yo soy la típica vieja cansona, les cuento que me encanta acampar, hago pipi a campo traviesa, como chuzo anaranjado y tomo tinto en el chochal que me digan.
Bueno el evento que les menciono es anual, cada año no sé en qué fecha hacen este tipo de retiro, con vallenato de fondo (todo el tiempo, no exagero, no llevan ningún otro tipo de música) y licor de guía espiritual.
Son más o menos 50 invitados de los cuales 30 se quedan a dormir y como la finca no tiene esa capacidad pues en cada cuarto son más o menos 10 personas y 5 camas. El dueño de la finca nos dijo a nosotros donde dormir, un cuarto en el cual yo no conocía ni a uno solo de mis compañeros de cuarto, además teníamos que dormir mi esposito y yo en una cama sencilla, colchón para ser mas especifica, él mide 1.86 mts. y yo 1.78 mts., nada manualitos. Yo vi y me hice la loca, no importaba igual era un solo día.
Empezó el paseo, vallenajarto de 8 p.m. a indefinido (el equipo nunca se apago ni cambio de género, ni siquiera una cancioncita), yo tratando de poner mi mejor actitud, baile, cante hasta las 2 a.m. que ya mi paciencia para el vallenato se había acabado como 2 horas antes, entonces me fui a acostar, mi marido no muy contento en la fiesta (mas que yo por supuesto) se me pego, entonces nos acostamos los dos en canoíta y teniendo claro que no nos podíamos volver a mover. A los 20 mins entro otro del cuarto prendió la luz, hizo bulla y luego se acostó, yo ni siquiera sabía cómo se llamaba para decirle algo. A la hora entro otro y haciendo menos bulla, despertándonos igual, se acostó. A la hora y media llego el campeón, este hombre estaba jincho!!! Pero jincho!!! Entonces azotó puerta de entrada, se tropezó con todo y se acostó, después de 5 min se paro y salió, al minuto volvió a entrar haciendo exactamente lo mismo y esta operación la repitió tres veces, en esta ultima el salió y yo me pare y cerré la puerta con seguro, por mi que durmiera arrunchado con el perro que cuidaba la finca! El resto del cuarto obviamente despiertos, me miraron, no sé si pensaban lo mismo que yo o simplemente no sabían cómo me llamaba para decirme que como hacia algo así.
Yo no dormí nada, nunca supe si fue la estrechez de la cama, la entrada de los otros al cuarto, la falta de cobija o la música a todo tiesto afuera. Me levante tipo 7 a.m. y me bañe en el baño compartido con otros 10 del paseo (imaginaran el estado) y baje a desayunar. De desayuno había poco rastro, el dueño de la finca estaba amanecido con otros cinco y poco o nada le importaba el desayuno.
No sé a qué horas termine el curso de faquir,  me senté y el desayuno era: sanduche de dos panes, mantequilla rama de tronco en el pan que no esparce y mortadela rosada Zenu acompañado de un delicioso Tang de naranja. En ese instante mire a mi marido y le dije: nos vamos? A lo que el gustoso me contesto que si!
Gracias a Dios nunca más mi marido me propuso ir a otro de esos paseos… No sé si me cogió la chochera y me dio tres vueltas o realmente uno llega a una edad en la que esos planes ya no son plan!

2 comentarios:

  1. jajajajaja, no seas charra!!!... pero creo que tienes todaaa la razón. Aunque me encuentro en el rango de edad en los que hacen esos paseos, me parece que ya no estamos para hacer curso de faquir en ninguna parte, que para eso trabajamos y bien duro, para que por lo menos en los paseos no se sirva de desayuno MORTADELA.

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  2. Qué es esa delicia de plan!

    Yo entonces he sido chocha desde muy chiquita o ya llevo mucho tiempo de adulto, pero a mi me gusta los planes donde la comida está garantizada, no me gustan los planes con millones de desconocidos, tampoco me gusta la mortadela de desayuno y prefiero que la música varíe...

    Tú eres muy adaptable no joda!

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