Tengo un gran amigo que me molesta porque me dice
que soy una ingrata! Él afirma que como yo no siento ningún tipo de sentimiento
hacia mi ex, soy una ingrata, incluso afirma que eso no es normal. Tranquilos
que con este cuento esa vaina deja de tener validez.
Hoy en día yo soy una mujer felizmente casada.
Tengo un marido fantabuloso al que unos días amo con todo mi corazón y otros
digo: a que horas se me ocurrió casarme? Ósea un matrimonio normal.
También tengo un ex, al que recuerdo con muchísimo
cariño, créanme que hasta donde dura mi consciencia yo no siento nada por él,
unos buenos recuerdos de nuestra época juntos y unas razones muy claras de
porque no somos buena pareja. Hasta ahí va la cosa.
Un día mi marido, dos hijos y yo fuimos a
almorzar, un fin de semana, a un mall de un centro comercial, estábamos muy
felices los 4 cuando vi pasar a mi exsuegra, la señora mas querida del planeta
tierra, cuando la vi le volee la mano y ella me sonrió. Yo me iba a parar a
saludarla y ella no me dio tiempo y llego a la mesa donde nosotros estábamos,
pues resulta que mi ex venia detrás y no tuvo mas remedio que venir a saludar también.
Mi marido y él no se simpatizan ni cinco, no
entiendo porque. En todo caso mi ex y su mamá se pararon a nuestro lado y yo,
por alguna puta razón que desconozco, me empecé a poner roja, roja, roja como
un tomate. No sabia a quien mirar, si miraba a mi esposo, que pena!!! Y si
miraba a mi exsuegra pues mi ex que diría, miran a esta con hijos y todo y todavía
se muere por mi! Nooooooooooo, horrible, yo no sabia que hacer, hablaba
torpemente, trataba de acabar la conversación y no lo lograba, porque ella,
como les dije, es la más querida del planeta.
En esas mi ex, trataba de hablarles a mis hijos, ellos
son unas mierdas, entonces los muchachitos ni lo miraban, entonces yo los
regañaba y me seguía poniendo cada vez mas roja, ayyyyyy noooooo que horrorrrrrrrrrrrr!!!!!
Llego un punto en el que ya no pude más, me pare
y les dije: que rico haberlos visto. Les zampé pico a cada uno, me senté y solo
le hablaba a mi marido, al que no tuve mas que decirle: - Me puse súper roja,
no se porque! - Obviamente con cara de ternero degollado a ver si él hombre no
se ponía bravo, cosa que afortunadamente paso. Que pena tan hpta!!!
Que oso tan tenaz! Maldinga cara traidora, que además,
a todas estas ni siquiera entiendo porque me puse así.
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