viernes, 17 de diciembre de 2010

TRANSPORTE PÚBLICO


Mi mamá tiene una característica que yo admiro con toda mi alma, ella se goza cualquier plan cuando esta de paseo. Que nos varamos, para ella es parte del plan, que se mojo, parte del plan, que almorzamos maluco, parte del plan, pero además de un buen plan, ella disfruta todo tipo de situaciones en un paseo. Yo me imagino que como los seres humanos aprendemos imitando, pues yo seguí su ejemplo, no sé que tan bien pero me aproximo, además me gustan mucho más los planes descomplicados, donde uno probablemente tenga que pasar “trabajos” que los planes cinco estrellas.
Cuando el plan esta tan tenaz para sacarle jugo, pues obvio que me da ofusque, pero después me rió mucho acordándome de la incomodidad y de eso les quiero hablar.
Hace unos tres años entre a trabajar en una empresa que hacia el proceso de inducción en Cali, eran tres semanas y yo, poco amante de la ciudad, venia cada fin de semana a Manizales en bus, salía de la capacitación a las 6 p.m. y arrancaba el viaje. En uno de esas travesías me vine en Expreso Palmira (o alguno de esos, en todo caso en un bus de los grandotes), nótese la palabra “expreso”, yo tenía la idea que esa palabra significaba sin parar hasta el destino, pues ese día me entere que no! Este bendito bus paraba no en cada pueblo, no!, en cada caserío que había de Cali a acá el tipo paro! Yo después de una hora y media de viaje y apenas en Palmira, me pare de mi silla con ínfulas no se de que (en esa época me creía súper importante, ejecutiva de pipiris nais) y me fui para donde la azafata (en ese bus había una señora vestida como azafata y hacia las veces, eso sí, bajen las expectativas a bus) y le dije (obviamente con tono de ejecutiva pipiris nais, los brazos haciendo jarras y cara de revolver): Señorita! Cuando yo compre el tiquete me dijeron que este bus no paraba! – Ahhh pues la informaron mal madre! – Pero como así? Esta parando en todas partes – Si señora a esta hora se para en todas partes, más bien acomódese bien en la silla no sea que se la quiten y le toque irse parada – Yo haciendo gala de lo que mi mamita me había enseñado pues le puse actitud al tema y decidí pensar que el viaje era de 10 horas, así, lo que nos demoráramos era mejor que eso!
Como parábamos en diferentes sitios yo tuve variedad de personas sentadas al lado. Yo soy malísima, pero malísima para hacerme amiga de el del lado, me da mucha pereza! No lo puedo evitar, es que es la misma conversación, Ud. en que trabaja? En donde vive? Que estudio? Con quien vive? Etc. y: uno, a mí que me importa, y dos, a la persona del lado que le importa ….
Bueno entonces yo vi pasar dos o tres personas por la silla del lado hasta que llego nuestra protagonista, era una señora entre 70 y 80 años que se montó al bus con otro señor entre 80 y 90 años, ella estaba cuidando al otro, les toco en sillas aparte, la señora al lado mío y el otro más atrás.
Yo no me sé los nombres de los pueblitos entre Cali y Manizales, ni me se ubicar en la carretera, yo solo sé que salgo de Cali y me vuelvo a ubicar cuando paso por Pereira.
La señora iba para algún pueblo en el valle yo no me acuerdo cual, pero bauticémoslo Salsipuedes para poder contar el cuento. Ella se sentó al lado mío. La señora era bien alimentadita entonces quedábamos estrechongas en el puesto, pero yo me reacomode y listo! Ella empezó: Ya llegamos a Salsipuedes? – Señora que pena pero yo sinceramente no conozco los pueblos del Valle entonces no le puedo ayudar – A los 5 minutos - Ya llegamos a Salsipuedes? – Señora es que yo no sé dónde vamos, yo le dije que no conocía el Valle entonces no se – A los diez minutos - Ya llegamos a Salsipuedes? – Yo a punto de estrangularla y respirando profundo, aplicando la Ley del Karma (aquella que dice que todo se devuelve) le conteste: No señora todavía falta mucho – Yo complementando la respuesta y previniendo una futura estrangulación decidí hacerme la dormida, entonces cada vez que ella me miraba yo cerraba los ojos y me quedaba estatua, esto sirvió hasta que la vi contorsionándose en la silla con las manitos metidas por detrás de la blusa como tratando de hacer algo que no era capaz. Yo, muerta del pesar (estaba muy viejita!) decidí, muy a mi pesar, preguntarle que le pasaba y ella contestó: Se me desabrocho el brasier, me puede ayudar por favor?. Ella estaba desesperada y no era capaz de hacerlo sola, yo fui incapaz de negarme, entonces, respire profundo y me lance con mis manitas a buscar las tiras del bendito brasier.
Yo no anticipe que la señora tenia buena cantidad de cuerpo y que a esa edad eso cae en capas en la espalda, entonces la búsqueda era entre las capas, nada agradable por cierto … hice tres intentos hasta que mi tolerancia al gordo ajeno me gano y le dije: Hagamos una cosa, Ud. Busca las tiras y yo se lo abrocho – Ella me dijo que listo! Entonces busco las tiras y me las puso en las manos, yo en este punto ya me quería morir, un gordito por aquí, un sudorcito por allá, en todo caso nada que yo quisiera tocar. Le abroche esta vaina y la señora me quería dar pico de agradecimiento, para mí ya habíamos tenido más intimidad de la necesaria entonces me hice la loca y otra vez a hacerme la dormida.
Gracias a Dios llegamos a Salsipuedes y se bajaron, pero a los cinco minutos se monto un señor y se sentó a mi lado, me saludo y oh sorpresa, era mueco, yo decidí venirme meditando desde donde estábamos y seguir pensando que todo lo que pase en un viaje: es parte del paseo!!!

viernes, 10 de diciembre de 2010

LOS CAMBIOS INEVITABLES DEL CUERPO


LOS CAMBIOS INEVITABLES DEL CUERPO
Es increíble ver como todo lo que dicen las mamás es cierto… eso de los años no vienen solos… 100% verídico!
Yo físicamente he tenido puntos a favor, mido 1.78 mts, me baño con agua fría entonces pues el musculo agradece quedándose un poco mas quieto, me encanta el ejercicio entonces he sido generalmente de rutinas diarias y parece ser que me veo algo más joven de lo que realmente soy.
Pero por más que tengo detallitos que me ayudan, definitivamente el paso de los años es devastador si uno quiere seguir siendo joven, no es mi caso, yo creo que uno debe asumir los añitos con altura y todo lo que viene con ellos (llanticas, arrugas, canas, etc.) pero ver lo que va pasando igual me parece charro.
Yo voy a cumplir 36 años, para mi sigo siendo muy joven, pero definitivamente el cuerpo habla! Primero las arrugas empiezan a hacer presencia (yo les he dicho cicatrices de mis sonrisas, con la finalidad de que no me caigan muy gordas) no mucha, pero existen, mejor dicho ya la foto con close-up no se admite!
Los gorditos se reacomodan, antes quedaban súper bien situados o en la nalga o en la maruja, pero se redistribuyen: los que quedaban en la nalga se corren a un ladito volviéndose conejos y los de la maruja que antes quedaban sobre ella, ahora quedan debajo de ella.
El vientre plano por naturaleza, ya es gordi por naturaleza, no es el señor banano, no! Pero ya tiene curvita hacia afuera, nada que hacer!!!
Las canas que me encantan, ya están en una cantidad que la pintura para el pelo no es: como se te ve de lindo ese color!, es que si no la meto en el mercado: ay mira como tienes de canas!!!!! Yo no sé porque la gente le dice a uno lo que uno ya de sobra sabe:
-        Estas como gordita …
-        Pero te encanta mecatear …
-        Hm, si que tienes canas …
-        Ay te hace falta una cremita hidratante …
-        Estas repuestica …
-        Pero cómase alguito…. (esta es la que más odio, porque lo que yo me coma o no, es problema única y exclusivamente mío! De quien más???? Que hace la gente mirando de que tamaño esta mi plato?)
Bueno siguiendo con los cambios del cuerpo, resulta que con los años el parpado se engorda, como? no se! Pero se engorda, y antes era extendidito y firme, pues ya no es firme, ya es pielecita ahí… si uno se aplica sombra la piel sigue parejo con la brochita, entonces uno con la misma brochita la tiene que reacomodar.
Por otro lado uno a los 20 deja de comer dos días y rebaja tres kilos, ahora uno hace dieta tres meses y baja los mismos tres kilos yéndole muy bien!
La ropa también va cambiando, cada vez el talle sube más y el tacón baja, un strapless es un pecado mortal y la manga sisa también, porque donde más se notan los años es en los brazos!!! El tal gordito del adiós ya es un ser independiente con vida propia que una vez se instala eso no lo vuelve a bajar nadie!!! Y el brazo gordito se ve feo! Feo! Feo!
El gordito al lado interno del muslo superior también crece y roza al caminar, ese tampoco se logra desterrar.
Sin embargo y con todos estos cambios no me devolvería a los 20, ni por el cuerpo de esa época me aguantaría otra vez esa bendita inseguridad, esa falta de saber que quiero, esa falta de carácter y esa dependencia de los hombres.
Tampoco dejaría que un cirujano o una esteticista me borrara el paso de los años. Veo hermosas las mujeres que sin pena asumen su edad, sus cambios y simplemente se adaptan.  
Así que a los 70 me verán: arrugadísima, peli morada (esas canas pintadas de lila me encantan) y con cuerpo de esa edad, eso sí muy contenta conmigo misma!

lunes, 6 de diciembre de 2010

PLANES QUE POR MAS QUE UNO QUIERA PONERLES ACTITUD SIGUEN SIENDO MALUCOS


PLANES QUE POR MAS QUE UNO QUIERA PONERLES ACTITUD SIGUEN SIENDO MALUCOS

Yo estudie en colegio mixto, desde la adolescencia iba a paseos en los que los invitados se alicoraban hasta que el cuerpo no les daba más, como algunos tenían un hígado más resistente que otros, se quedaban hasta el otro día de fiesta, entonces nunca se apagaba la música y la prioridad era el gasto en trago y como cuando uno es estudiante el presupuesto es apretado, entonces la comida era muy muy poca. En esa época nada me importaba yo igual pasaba feliz!!! Me encantaban los paseos!!!
Al pasar los años el tema fue cambiando, ya el que llegaba hasta más tarde llegaba a las 4 a.m. y eso, siempre se apagaba la música porque hay gente durmiendo, la comida era deliciosa y abundante, ya era prioritario comer bien ante tomar mucho y yo cómodamente me fui adaptando a esta nueva modalidad de paseos, seguía pasando feliz y me seguían encantando los paseos!!!
Mi querido marido hace un tiempo tiene unos amigos un poco más jóvenes que nosotros pero pues tampoco tanto, de 27 a 29 años, nosotros estamos en los treinta y tantos. Estos personajes hacen con cierta regularidad paseos, pero paseos que para mí (viejita chocha) ya no son plan.
Yo al principio decía que si gustosa, me iba para el plan contenta, le ponía actitud pero les voy a contar el ultimo al que fui y decidí no volver, yo ya no estoy para esos trotes (viejita chocha). Como para que no piensen que yo soy la típica vieja cansona, les cuento que me encanta acampar, hago pipi a campo traviesa, como chuzo anaranjado y tomo tinto en el chochal que me digan.
Bueno el evento que les menciono es anual, cada año no sé en qué fecha hacen este tipo de retiro, con vallenato de fondo (todo el tiempo, no exagero, no llevan ningún otro tipo de música) y licor de guía espiritual.
Son más o menos 50 invitados de los cuales 30 se quedan a dormir y como la finca no tiene esa capacidad pues en cada cuarto son más o menos 10 personas y 5 camas. El dueño de la finca nos dijo a nosotros donde dormir, un cuarto en el cual yo no conocía ni a uno solo de mis compañeros de cuarto, además teníamos que dormir mi esposito y yo en una cama sencilla, colchón para ser mas especifica, él mide 1.86 mts. y yo 1.78 mts., nada manualitos. Yo vi y me hice la loca, no importaba igual era un solo día.
Empezó el paseo, vallenajarto de 8 p.m. a indefinido (el equipo nunca se apago ni cambio de género, ni siquiera una cancioncita), yo tratando de poner mi mejor actitud, baile, cante hasta las 2 a.m. que ya mi paciencia para el vallenato se había acabado como 2 horas antes, entonces me fui a acostar, mi marido no muy contento en la fiesta (mas que yo por supuesto) se me pego, entonces nos acostamos los dos en canoíta y teniendo claro que no nos podíamos volver a mover. A los 20 mins entro otro del cuarto prendió la luz, hizo bulla y luego se acostó, yo ni siquiera sabía cómo se llamaba para decirle algo. A la hora entro otro y haciendo menos bulla, despertándonos igual, se acostó. A la hora y media llego el campeón, este hombre estaba jincho!!! Pero jincho!!! Entonces azotó puerta de entrada, se tropezó con todo y se acostó, después de 5 min se paro y salió, al minuto volvió a entrar haciendo exactamente lo mismo y esta operación la repitió tres veces, en esta ultima el salió y yo me pare y cerré la puerta con seguro, por mi que durmiera arrunchado con el perro que cuidaba la finca! El resto del cuarto obviamente despiertos, me miraron, no sé si pensaban lo mismo que yo o simplemente no sabían cómo me llamaba para decirme que como hacia algo así.
Yo no dormí nada, nunca supe si fue la estrechez de la cama, la entrada de los otros al cuarto, la falta de cobija o la música a todo tiesto afuera. Me levante tipo 7 a.m. y me bañe en el baño compartido con otros 10 del paseo (imaginaran el estado) y baje a desayunar. De desayuno había poco rastro, el dueño de la finca estaba amanecido con otros cinco y poco o nada le importaba el desayuno.
No sé a qué horas termine el curso de faquir,  me senté y el desayuno era: sanduche de dos panes, mantequilla rama de tronco en el pan que no esparce y mortadela rosada Zenu acompañado de un delicioso Tang de naranja. En ese instante mire a mi marido y le dije: nos vamos? A lo que el gustoso me contesto que si!
Gracias a Dios nunca más mi marido me propuso ir a otro de esos paseos… No sé si me cogió la chochera y me dio tres vueltas o realmente uno llega a una edad en la que esos planes ya no son plan!